Viernes 26 de Abril de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Economía
El consumo crece pero la inflación y la falta de reservas le ponen un límite, dicen especialistas

Las ventas de supermercados subieron 6,6% anual, en términos reales, durante febrero. Hacia adelante, la expectativa cambia. La consultora de Martín Redrado prevé una nueva caída del salario, por la aceleración del IPC, y la de Emmanuel Álvarez Agis avisa que sin dólares una suba de la demanda puede desestabilizar.

En febrero, las ventas en supermercados crecieron 6,6% real interanual, aunque compararon contra un flojo 2021. En comparación con el mismo mes prepandémico de 2020, la mejora fue de sólo 0,4%. Los primeros datos oficiales del consumo en el segundo mes del año fueron positivos, aunque moderados. Y hacia adelante la expectativa no es demasiado halagüeña, ya que por la aceleración inflacionaria se espera que el salario vuelva a caer en 2022. Además, la falta de dólares y la meta de reservas pautada con el FMI son claves que le ponen un techo al potencial del consumo.

El Indec publicó el informe de la Encuesta de supermercados y autoservicios mayoristas correspondiente a febrero. Arrojó una mejora de 6,6% real interanual para los primeros y un estancamiento absoluto, con una variación de 0%, para los mayoristas, que venían de una caída de 1,3% durante enero. Por su parte, las ventas de los shoppings crecieron 28% real anual (caída de 11% versus febrero del 2020).

El consumo fue el gran traccionador de la recuperación del PBI de 10,3% que se observó durante el 2021, año en el que se repuntó casi todo lo perdido durante el 2020 de Fase 1. De hecho, el consumo privado fue el único que se mantuvo dinámico a lo largo de todo el año pasado, sin ningún trimestre de estancamiento. Cabe esperar continuidad para el primer trimestre de 2022.

Sin embargo, para lo que viene, la aceleración inflacionaria y la cuestión cambiaria complican la posibilidad de continuar a un ritmo acelerado. En años de inflación creciente no suele haber recomposición salarial. Y, para consumir más, hacen falta dólares, ya que se genera un aumento de la demanda importadora.

En ese sentido, desde PxQ señalaron: “Sin un programa antiinflacionario integral y sin una flexibilización del esquema de control de cambios que incremente la oferta de divisas, cualquier mejora del salario real está destinada a ser transitoria y potencialmente desestabilizante”.

La consultora dirigida por Emmanuel Álvares Agis agregó: “Si bien entre febrero del 2022 y febrero del 2021 el salario real formal medido a través de Ripte creció 2%, se encuentra 21% por debajo de junio del 2015. Por su parte, el salario mínimo está 44% por abajo de septiembre del 2011 y el haber mínimo jubilatorio 25% por debajo de septiembre del 2015”.

El gran hito lo mostró la publicación reciente, por parte del Indec, de la caída histórica en participación de los salarios sobre el ingreso total. Los trabajadores se quedaron sólo con el 44,6% al cierre del año pasado, el mínimo desde 2012. Para el 2022, Fundación Capital, la consultora de Martín Redrado, proyectó una baja de 0,8% en el poder de compra del sector privado registrado, de 1,8% para el sector público y una fortísima de 5,6% para los no registrados. Aunque los bonos recientes acotan la caída del poder adquisitivo, “no logran revertir lo complejo de la situación social”.

Para PxQ sin dolares no se puede impulsar al consumo: “Cualquier impulso al consumo que traccione un incremento de las importaciones debe venir acompañado por un aumento de las exportaciones para no desestabilizar la cuenta corriente y complicar la acumulación de reservas pactada con el FMI”.



Fuente: baenegocios.com


Martes, 26 de abril de 2022
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